La primavera en Ribeiro

La primavera en Ribeiro es una estación mágica. El viñedo en Castrelo de Miño, donde se encuentra Terra Minei, despliega sus alas y la Treixadura se manifiesta con esplendor junto a la ribera del río Miño. El paisaje varía su gama cromática y las nieblas van desapareciendo poco a poco. O Ribeiro es un lugar mágico para perderse en cada pueblo y disfrutar de un paisaje magistral en Galicia.

Los vinos blancos se despiertan en los lagares con el incremento de la temperatura. Cada día que pasa, la Treixadura expresa lentamente sus aromas y su pureza. Es momento delicioso para vivirlo en la bodega, en los lagares familiares que conforman la Denominación de Origen Ribeiro.

El entorno de la Denominación de Origen Ribeiro

La Denominación de Origen Ribeiro se ubica en Galicia, en el borde noroccidental de la provincia de Ourense y en las confluencias de los valles formados por los ríos Miño, Avia y Arnoia. Una comarca a 45 km. del océano Atlántico, en una zona muy particular y de excelente aptitud para el cultivo de la vid. Con una extensión aproximada de 2.500 hectáreas, la zona de producción de los vinos protegidos por la denominación de origen Ribeiro abarca los ayuntamientos de Ribadavia, Arnoia, Castrelo de Miño, Carballeda de Avia, Leiro, Cenlle, Beade, Punxín y Cortegada; las parroquias de Banga, Cabanelas y O Barón, en el ayuntamiento de O Carballiño; las parroquias de Pazos de Arenteiro, Albarellos, Laxas, Cameixa y Moldes en el ayuntamiento de Boborás; los lugares de Santa Cruz de Arrabaldo y Untes en el ayuntamiento de Ourense, y del ayuntamiento de Toén los lugares de Puga, A Eirexa de Puga, O Olivar, el pueblo de Feá y Celeirón y la parroquia de Alongos; y el lugar de A Touza del ayuntamiento de San Amaro.

El clima de la Denominación de Origen Ribeiro

El clima es el factor clave que determina la agronomía, variedades y estilo de vinos. La D.O. Ribeiro se sitúa en una zona de transición de Galicia de carácter mediterráneo suavizado por la influencia atlántica debida a la escasa distancia del océano. De hecho, esta distancia debería suponer un mayor carácter atlántico del entorno, pero la orografía de cadenas montañosas que limita la denominación por el oeste y norte, ejerce un importante efecto protector, generando así una viticultura en donde la maduración alcohólica se desarrolla paralela a la maduración fenólica, conservando un equilibrado frescor propiciado por la acidez natural y con un dominio del tartárico sobre el málico. El carácter ligeramente continental, en conjunción con las corrientes de aire dominantes, provocan una importante diferencia térmica entre el día y la noche, lo que favorece la lenta maduración respetando el componente aromático y frescor natural. En Ribeiro se distinguen tres valles generados por sus tres ríos principales: Miño, Avia y Arnoia. Un entorno natural formado por laderas, bancales y terrazas, excelentes para la producción de vinos de calidad basados en la viticultura. Todo ello favorecido por un microclima muy peculiar, ventilado y con buena exposición para la maduración de las variedades autóctonas del Ribeiro. La influencia marítima que penetra por la cuenca del río Miño, crea bandas de ecotonía climática sobre las laderas, generándose un mayor carácter atlántico según asciende en la cota, lo que limita el cultivo aproximadamente a los 450 metros de altura para las variedades cultivadas en la Denominación de Origen.

Los suelos de la Denominación de Origen Ribeiro

El Ribeiro es una zona de intenso cultivo del viñedo desde muy antiguo. Desde la recuperación de la agricultura por los monjes benedictinos hacia el final del primer milenio hasta la actualidad, las características de los suelos cultivados difieren notablemente de los suelos naturales, ya que el hombre viene cultivándolos a lo largo de generaciones. Los suelos del Ribeiro se caracterizan por estar englobados en tres tipos principales. La mayoría se desarrollan a partir de materiales graníticos, con texturas franco-arenosas y en menor medida areno- francosas. También encontramos suelos de materiales metamórficos de esquistos, y los desarrollados a partir de materiales sedimentarios con texturas más francas. 

Característico del Ribeiro es el “sábrego”, granito descompuesto, muy abundante en la zona. Los suelos de cultivo disponen de una profundidad media efectiva que oscila entre 70 y 100 cm. Sus elevados contenidos en arena, sobre todo en el horizonte superficial, contrastan con el escaso contenido en arcilla, por debajo del 20%. Normalmente son suelos de reacción ácida, pobres en materia orgánica y con un contenido en calcio que tiende a ser bajo. Gran parte del cultivo de los suelos están abancalados para disminuir las pendientes y facilitar el laboreo aprovechando las laderas y la insolación. Una característica que marca el territorio de la D.O. Ribeiro es el minifundismo, la compleja orografía y el uso de técnicas tradicionales en los trabajos del viñedo.

* Texto extraído de https://www.ribeiro.wine/es/

2021-05-03T15:24:27+00:00
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